Una vez que una ciudad cuenta con diversos carriles ciclistas, lo óptimo es continuar con la ampliación de ciclovías. Esto permite una mayor interconexión entre ellas, así como con otros medios de transporte públicos. Todo en favor de una mejor y más fácil movilidad para todos.
Si a esto sumamos que la figura del ciclista esté incluida en los reglamentos de tránsito, al igual que la infraestructura destinada al uso de bicicletas, se garantiza una mayor seguridad y respeto hacia dichos usuarios y espacios.
Ejemplo de esto ocurre en Chiapas, donde una reciente modificación a su reglamento de tránsito beneficia la movilidad en su capital.
De acuerdo con María José Blanco, activista en temas de movilidad urbana y presidenta de la Oficina de la Bicicleta, el cambio legal realizado en febrero de 2024 ayuda a que el ciclista cuente con una mayor protección, al mismo tiempo que esto alienta a otros a usar este medio de transporte sustentable.
¿Cuáles fueron los cambios?
Blanco detalla que, entre los principales cambios al reglamento, está la inclusión del ciclista en el mismo, al igual que la inclusión de la ciclovía como una infraestructura vial oficial.
De esta manera, se permitirá aplicar sanciones más severas cuando un automovilista invada u obstruya la ciclopista. En el mismo rubro, se espera que se apliquen castigos más severos en caso de que un ciclista resulte violentado.
La activista detalla que, incluso, se ha establecido un sistema de multas vinculadas a la Unidad de Medida Actualizada (UMA) para disuadir a los infractores. Por ello, se espera que sanciones más grandes ayuden a reducir o concientizar sobre estos accidentes.
Importante la ampliación de ciclovías
A pesar de ello, la activista social opina que es necesario una mayor ampliación de ciclovías en la capital. Ya que, si bien es un logro que las ciclopistas sean reconocidas en la ley, urge una mayor conectividad y dispositivos que garanticen la seguridad de sus usuarios.
Específicamente, sostuvo la importancia de unir las ciclovías del poniente y el oriente a través de un carril compartido en la avenida Central, donde circulan tanto bicicletas como el transporte público.
Destacó que el carril bus-bici cuenta con reductores de velocidad especiales para garantizar la seguridad de los usuarios más vulnerables.
“Estos reductores de velocidad son diferentes a los topes tradicionales. Los vehículos deben centrar las llantas sobre ellos para evitar daños y reducir la velocidad, lo que crea un ambiente más seguro para ciclistas y peatones”, explicó Blanco al diario Cuarto Poder.
Aumento de ciclistas requiere una infraestructura adecuada
En palabras de Blanco, desde la pandemia por la COVID-19, el número de ciclistas ha incrementado de forma significativa. Así, se puede notar mayor presencia de ellos en las calles.
Durante este periodo se implementaron diversas ciclovías emergentes como una opción de movilidad al transporte público. Algunos de estos proyectos incluso se instalaron de forma permanente, como lo fue la gran ciclovía de Insurgentes en la Ciudad de México.
Por ello, la activista ciclista comenta que, al haber más bicicletas en las calles, también es necesaria la presencia y expansión de una mejor infraestructura ciclista. Esto no solo garantiza la seguridad de los usuarios de este transporte, sino que incentiva a otros a utilizar la bici, pues al contar con ciclovías canalizadas, se brinda una mayor sensación de seguridad.
Además, destacó que estos carriles exclusivos también benefician a los conductores de patines eléctricos, de patinetas y hasta los peatones, alentando así a una movilidad activa.
Por último, la presidenta de la Oficina de la Bicicleta reconoció el trabajo conjunto entre el Ayuntamiento y diversas organizaciones civiles, quienes desde hace 10 años han logrado que las ciclovías en Chiapas sean una efectiva opción de movilidad sustentable en beneficio de toda la sociedad.
¿Qué son los reductores de velocidad?
Son dispositivos viales que, como su nombre lo indica, tienen la misión de que los conductores reduzcan su velocidad en ciertas zonas. También son llamados topes y, en su mayoría, están fabricados de concreto.
No obstante, existen otro tipo de reductores fabricados en polietileno, los cuales, pueden estar dotados de tecnología led y cuentan con diversos beneficios más. Por ello, suelen ser más amigables con los distintos vehículos.
Colocados en ciclovías o en carriles compartidos, ayudan a que los ciclistas disminuyan su velocidad en los pasos peatonales. De esta manera, todos los transeúntes pueden circular de manera segura.
